El fútbol, como todo deporte de alto rendimiento, no está exento de riesgos físicos. A lo largo de una temporada, un solo instante puede definir el destino de un equipo: un mal apoyo, una entrada a destiempo, una torsión inesperada. Las lesiones graves no solo afectan al jugador, sino que pueden alterar completamente la dinámica de una temporada, truncar carreras prometedoras o incluso decidir títulos.
En este artículo, exploramos algunas de las lesiones más impactantes que han cambiado radicalmente el curso de una campaña futbolística. Casos que no solo marcaron a los protagonistas, sino que reescribieron la historia reciente del fútbol.
Lesiones Más Impactantes
1. Alphonso Davies – Un golpe al Bayern y a Canadá
Alphonso Davies es uno de los laterales más explosivos del fútbol mundial. Su potencia física, velocidad y capacidad ofensiva lo convirtieron en una figura esencial tanto para el Bayern de Múnich como para la selección canadiense.
En marzo de 2025, durante un partido de la Concacaf Nations League ante Estados Unidos, Davies sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. El incidente ocurrió a los quince minutos de partido, en una jugada aparentemente inofensiva. La gravedad de la lesión dejó fuera de combate a Davies por más de seis meses, afectando tanto al Bayern en plena lucha por títulos como a Canadá, que dependía de su estrella para las fases decisivas de su preparación internacional.
La polémica estalló al saberse que el jugador había mostrado fatiga física días antes, lo que reavivó el eterno debate sobre el exceso de partidos y la gestión del calendario FIFA.
2. Dani Olmo – La víctima del calendario apretado
Dani Olmo es una de las figuras del FC Barcelona y de la selección española. Talentoso, creativo y comprometido, Olmo se ha convertido en un mediocampista esencial para el engranaje del equipo catalán.
En marzo de 2025, pocos días después de volver de un parón de selecciones, sufrió una lesión muscular en un partido de Liga contra Osasuna. El diagnóstico fue claro: rotura fibrilar en el muslo derecho, con un tiempo estimado de baja de seis semanas.
El técnico del Barcelona, Hansi Flick, criticó duramente el calendario sobrecargado, afirmando que “los jugadores no son máquinas”. La ausencia de Olmo en un tramo clave de la temporada dejó al Barça sin su principal generador de juego, complicando su desempeño en competiciones tanto nacionales como europeas.
Este caso volvió a poner sobre la mesa un problema estructural del fútbol moderno: la falta de descanso y la presión comercial que obliga a los jugadores a rendir sin pausas.
3. Ximo Navarro – El dolor en una jugada fortuita
Ximo Navarro, defensor del Deportivo La Coruña, vivió en carne propia uno de los momentos más desafortunados de la temporada 2024-25. En un partido contra el Cartagena, fue expulsado a los siete minutos tras una acción revisada por el VAR. Pero lo más grave ocurrió segundos después: al caer al suelo, sufrió una fractura de dos apófisis transversas lumbares, una lesión inusual y extremadamente dolorosa.
El diagnóstico implicó un mínimo de seis semanas de baja, prácticamente acabando con su temporada. Para el Deportivo, su ausencia significó un golpe durísimo, ya que el equipo ya había perdido a otros dos defensores por lesión. A nivel emocional, el episodio impactó profundamente al vestuario, que veía en Ximo a uno de sus líderes más constantes.
Su caso refleja cómo una jugada fortuita puede desencadenar un efecto dominó devastador para un club.
4. David Busst – El retiro más doloroso
David Busst, defensor del Coventry City, protagonizó una de las lesiones más terribles jamás vistas en un campo de fútbol. En abril de 1996, en un partido ante el Manchester United, chocó con dos rivales al ir a disputar un balón. La consecuencia: una doble fractura abierta de tibia y peroné que conmocionó a jugadores y espectadores.
El daño fue tan severo que incluso algunos futbolistas presentes, como el portero Peter Schmeichel, tuvieron que recibir apoyo psicológico. A pesar de múltiples cirugías, Busst nunca pudo volver a jugar al fútbol profesional. Tenía apenas 28 años.
Su lesión no solo truncó una carrera prometedora, sino que sirvió como advertencia sobre la fragilidad física del futbolista, incluso en acciones aparentemente rutinarias. Hoy, Busst es recordado no solo por su accidente, sino por su valentía al afrontarlo y convertirse en embajador de campañas de seguridad deportiva.
5. Ronaldo Nazário – Genio interrumpido por la rodilla
Ronaldo Nazário, el “Fenómeno”, es considerado uno de los mejores delanteros de todos los tiempos. Con una mezcla letal de potencia, técnica y visión, encantó al mundo con su fútbol. Pero su trayectoria estuvo marcada por reiteradas lesiones en la rodilla.
En 1999, jugando en el Inter de Milán, sufrió una rotura del tendón rotuliano. Tras una larga rehabilitación, regresó en abril de 2000, pero su retorno duró solo seis minutos: la misma rodilla se volvió a romper, dejándolo fuera del fútbol durante casi tres años.
Pese a todo, Ronaldo volvió a brillar en el Mundial de 2002, donde fue goleador y campeón con Brasil. Pero su físico ya no era el mismo. Lo que podría haber sido una carrera aún más dominante se vio limitada por problemas médicos que lo acompañaron hasta su retiro.
6. Marco van Basten – Una carrera dorada, pero breve
Marco van Basten fue uno de los delanteros más elegantes y efectivos de su generación. Campeón de Europa con Países Bajos y figura del AC Milan, su talento era innegable. Sin embargo, desde joven sufrió problemas crónicos en el tobillo, que lo llevaron a pasar por múltiples intervenciones quirúrgicas.
En 1993 dejó de jugar oficialmente, y aunque intentó volver, se retiró definitivamente en 1995 a los 30 años, una edad en la que muchos delanteros están en su plenitud.
Van Basten es el ejemplo perfecto de cómo una lesión puede privar al mundo del fútbol de una leyenda aún más grande. Aunque logró títulos y premios, su carrera quedó incompleta por causas físicas ajenas a su voluntad.
7. Eduardo da Silva – Del horror al renacer
Eduardo da Silva, delantero del Arsenal, vivía un gran momento en su carrera cuando, en febrero de 2008, sufrió una de las lesiones más impactantes de la Premier League. Tras una dura entrada, sufrió una fractura abierta de tibia y peroné en su pierna izquierda.
La imagen del incidente fue tan fuerte que las cámaras evitaron repetirla. Estuvo fuera del campo por más de un año y, aunque logró volver a jugar, nunca recuperó su forma anterior ni volvió al mismo nivel de exigencia competitiva.
Eduardo representa la lucha contra la adversidad, pero también cómo una lesión traumática puede modificar por completo la carrera y la psicología de un jugador.
Conclusión
El fútbol está lleno de momentos épicos, victorias inolvidables y jugadores que marcan época. Pero también está marcado por la tragedia de las lesiones, que muchas veces se producen en fracciones de segundo y cambian el destino de temporadas enteras.
Casos como los de Davies, Olmo, Ronaldo o Van Basten no son solo estadísticas médicas: son historias humanas de lucha, dolor, resiliencia y, en muchos casos, de lo que pudo haber sido. Para los clubes, una lesión puede significar el fin de un proyecto deportivo; para el jugador, puede ser el principio de un largo calvario físico y emocional.
A pesar de los avances en medicina deportiva, prevención y tecnología, el riesgo siempre está latente. Por eso, cada vez que un jugador pisa el campo, está arriesgando no solo el resultado, sino también su cuerpo y su carrera.
Las lesiones seguirán siendo parte del juego, pero comprender su impacto es también una forma de valorar aún más la entrega, el esfuerzo y el sacrificio detrás de cada minuto jugado.